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LA NAVIDAD Y EL FENG SHUI



Personalmente, me encanta la Navidad. Desde bien pequeña, en mi familia hemos recibimos esta época del año con mucho entusiasmo y alegría ya que ha sido motivo de celebración, de unión y momentos muy felices.

Adornar la casa, elaborar los dulces típicos, preparar los regalos y pensar en cuales serían nuestros propósitos a cumplir para el siguiente año; todo ello se hacía imprescindible durante estos meses y he de decir que, para hacerlo, tenía a la mejor de las maestras: mi madre.

Y sí, aunque poco a poco, con el paso de los años van faltando algunos de mis seres más queridos, sin los que ya nada es igual, no dejo de sentir la magia que ofrece esta fiesta, sobre todo ahora que tengo 2 hijas preciosas y veo como ellas la viven con la misma ilusión que lo hacía yo a su edad.

Es por ello, que no quería dejar pasar la ocasión de escribir sobre ella y cómo podemos relacionarla con el Feng Shui en nuestra propiedad.


Navidad en casa


Existen varias costumbres que son muy típicas del lugar donde vivo y que son en las que me voy a centrar en este artículo.


La primera es, como no puede ser otra, la puesta del clásico Árbol de Navidad.

Para mí, es imprescindible ver esta pieza en cualquier casa que pueda visitar porque eso me transmite calidez y sentimiento de unión y familia en esta época del año.

Bajo el Árbol te reunes con tus seres queridos a cantar, a contar historias y cuando llega el momento, a abrir los regalos que, por arte de magia, aparecieron la noche de Reyes.


Otra de las costumbres que conozco desde que era bien pequeñita es el montaje del Belén o bien, del Nacimiento de Jesús.


Recuerdo que en mi casa ocupaba gran parte del salón ya que me encantaba incluir cada uno de los detalles en la obra y me pasaba los días viendo la manera de crear figuras, paisajes, estancias, todo para que simulara de la manera más real la ciudad de Jerusalén.